El tramo entre Sebúlcor y el Priorato de San Frutos sirvió de broche final a la peregrinación 2013. De nuevo los participantes disfrutaron de una agradable jornada de paseo y de un bello entorno.
La cuarta y última etapa de la Segunda Peregrinación a San Frutos resultó un éxito en cuanto a participación y a satisfacción de los caminantes. En total fueron más de 350 los que completaron la ruta entre la localidad de Sebúlcor y el Priorato de San Frutos, en el corazón de las Hoces del Río Duratón. La inscripción tuvo que cerrarse tres días antes al superarse las previsiones de la organización.
Los caminantes disfrutaron de un día excelente, con temperaturas agradables y un sol que fue abriéndose paso a lo largo de la mañana, aunque a primera hora amenazaba lluvia.
Los bellos paisajes otoñales fueron algunos de los mejores regalos para los paseantes, que gozaron de una amplia gama de verdes de los pinos y enebros, junto a los ocres que ofrecen los chopos y que empiezan a desprenderse de sus hojas.
Desde el alto de Sebúlcor, donde los autobuses dejaron a los peregrinos, caminaron hacia las zonas más bajas de la ribera del Duratón. Después de atravesar el despoblado de de San Miguel de Neguera, donde las ruinas sirven de entrada al Parque Natural, los andariegos cruzaron el río San Juan, que aporta sus claras y limpias aguas al Duratón.
Aquí fue donde los profundos cortados de piedra caliza, abiertos por el río durante cientos de años, abrigaron al grupo, que comenzó a estirarse para cruzar el Duratón por el puente de Villaseca, o zona conocida como El Barrio.
La empinada cuesta hacia Villaseca puso a prueba las piernas de los peregrinos. La gran mayoría de ellos la afrontaron sin problemas porque ya estaban curtidos de las tres etapas anteriores. En todo caso, la acusada pendiente hizo mella y se separaron varios grupos. Al final, junto a la iglesia de Villaseca, un avituallamiento a base de fruta y agua, sirvió para recargar fuerzas y afrontar el último tramo por el camino de tierra hasta la ermita, enclavada en el término de Carrascal del Río.
De nuevo hermosas panorámicas desde lo alto de las Hoces, antes de dar por terminada la marcha, tras 77 kilómetros recorridos en cuatro domingos consecutivos. Los buitres parecían intentar saludar planeando sobre las cabezas, a los caminantes batiendo suavemente sus alas. El Camino se había conpletado.
Ceremonia
En el interior del Priorato, el deán de la Catedral de Segovia, Ángel Galindo, dio la bienvenida a todos y ofició la misa de peregrinos, que llenaron el templo dedicado al patrón de los segovianos.
Muchos de los asistentes aprovecharon para cumplir con el rito de pasar bajo el altar y dar tres vueltas a la piedra, para salvarse, —como reza la tradición—, de males de hernias y torceduras.
Una vez alcanzado el objetivo, los participantes regresaron a la zona de aparcamiento para subir a los autocares, que les trasladaron a Villaseca, donde degustaron una rica paella preparada por Julián del Barrio. Aunque los vecinos habían prestado gentilmetne un local municipal para acoger a los comensarles muchos prefirieron disfrutar del buen tiempo de la calle, y seguir caminando por las angostas callejuelas de este núcleo en el que el nuevo turismo ha hecho proliferar las casas rurales. El Camino de San Frutos, promovido por EL ADELANTADO DE SEGOVIA, también contribuye con esta iniciativa, a impulsar este sector económico de una parte importante de la provincia.
En total, cuatro etapas han integrado la peregrinación del año 2013, y que completa la que se diseñó el año pasado. En todo caso, el objetivo principal es ofrecer una ruta turística basada en el itinerario que posiblemente realizó San Frutos, patrón de Segovia, y que ayuda a dar a conocer la provincia. En la propuesta se han involucrado la Junta de Castilla y León, y la Diputación provincial, que además de acondicionar algunos caminos, han señalizado la ruta y han colocado carteles informativos en los municipios por los que pasa este itinerario, el cual se va consolidando cada año.
FUENTE:
EL ADELANTADO DE SEGOVIA
La cuarta y última etapa de la Segunda Peregrinación a San Frutos resultó un éxito en cuanto a participación y a satisfacción de los caminantes. En total fueron más de 350 los que completaron la ruta entre la localidad de Sebúlcor y el Priorato de San Frutos, en el corazón de las Hoces del Río Duratón. La inscripción tuvo que cerrarse tres días antes al superarse las previsiones de la organización.
Los caminantes disfrutaron de un día excelente, con temperaturas agradables y un sol que fue abriéndose paso a lo largo de la mañana, aunque a primera hora amenazaba lluvia.
Los bellos paisajes otoñales fueron algunos de los mejores regalos para los paseantes, que gozaron de una amplia gama de verdes de los pinos y enebros, junto a los ocres que ofrecen los chopos y que empiezan a desprenderse de sus hojas.
Desde el alto de Sebúlcor, donde los autobuses dejaron a los peregrinos, caminaron hacia las zonas más bajas de la ribera del Duratón. Después de atravesar el despoblado de de San Miguel de Neguera, donde las ruinas sirven de entrada al Parque Natural, los andariegos cruzaron el río San Juan, que aporta sus claras y limpias aguas al Duratón.
Aquí fue donde los profundos cortados de piedra caliza, abiertos por el río durante cientos de años, abrigaron al grupo, que comenzó a estirarse para cruzar el Duratón por el puente de Villaseca, o zona conocida como El Barrio.
La empinada cuesta hacia Villaseca puso a prueba las piernas de los peregrinos. La gran mayoría de ellos la afrontaron sin problemas porque ya estaban curtidos de las tres etapas anteriores. En todo caso, la acusada pendiente hizo mella y se separaron varios grupos. Al final, junto a la iglesia de Villaseca, un avituallamiento a base de fruta y agua, sirvió para recargar fuerzas y afrontar el último tramo por el camino de tierra hasta la ermita, enclavada en el término de Carrascal del Río.
De nuevo hermosas panorámicas desde lo alto de las Hoces, antes de dar por terminada la marcha, tras 77 kilómetros recorridos en cuatro domingos consecutivos. Los buitres parecían intentar saludar planeando sobre las cabezas, a los caminantes batiendo suavemente sus alas. El Camino se había conpletado.
Ceremonia
En el interior del Priorato, el deán de la Catedral de Segovia, Ángel Galindo, dio la bienvenida a todos y ofició la misa de peregrinos, que llenaron el templo dedicado al patrón de los segovianos.
Muchos de los asistentes aprovecharon para cumplir con el rito de pasar bajo el altar y dar tres vueltas a la piedra, para salvarse, —como reza la tradición—, de males de hernias y torceduras.
Una vez alcanzado el objetivo, los participantes regresaron a la zona de aparcamiento para subir a los autocares, que les trasladaron a Villaseca, donde degustaron una rica paella preparada por Julián del Barrio. Aunque los vecinos habían prestado gentilmetne un local municipal para acoger a los comensarles muchos prefirieron disfrutar del buen tiempo de la calle, y seguir caminando por las angostas callejuelas de este núcleo en el que el nuevo turismo ha hecho proliferar las casas rurales. El Camino de San Frutos, promovido por EL ADELANTADO DE SEGOVIA, también contribuye con esta iniciativa, a impulsar este sector económico de una parte importante de la provincia.
En total, cuatro etapas han integrado la peregrinación del año 2013, y que completa la que se diseñó el año pasado. En todo caso, el objetivo principal es ofrecer una ruta turística basada en el itinerario que posiblemente realizó San Frutos, patrón de Segovia, y que ayuda a dar a conocer la provincia. En la propuesta se han involucrado la Junta de Castilla y León, y la Diputación provincial, que además de acondicionar algunos caminos, han señalizado la ruta y han colocado carteles informativos en los municipios por los que pasa este itinerario, el cual se va consolidando cada año.
FUENTE:
EL ADELANTADO DE SEGOVIA
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