Condenado un ganadero segoviano de porcino a un año y medio de cárcel.
El problema de la gestión de los purines de las instalaciones ganaderas porcinas constituye quizá el mayor problema ambiental en amplias zonas de la provincia, según recoge la Audiencia provincial en la última sentencia dictada y vinculada con este asunto.
No en vano, la Audiencia ha condenado a otro ganadero segoviano, cuya identidad responde a las iniciales F.H.G, a un año y medio de cárcel por un delito contra el medio ambiente al verter purines de forma irregular y almacenarlos sin las medidas necesarias.
En sus fundamentos jurídicos, el Tribunal hace hincapié en que este problema ambiental “es el que con más frecuencia ha desembocado en procedimientos penales por esta clase de delitos”.
El ganadero condenado posee una granja porcina en el término municipal de Torreiglesias con 2.826 cerdos de distintas edades y con cinco balsas de almacenamiento de purines. De ellas, tres no estaban impermeabilizadas y la filtración de su contenido suponía un grave riesgo para el medio ambiente y el equilibrio del sistema natural, según recoge la sentencia.
Anteriormente, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) había sancionado ya al ganadero en el año 1994 por verter residuos a un reguero que desemboca en otro arroyo; y en 1999 por realizar vertidos en balsas sin impermeabilizar. Además en mayo de 2004 fue denunciado por el Seprona de la Guardia Civil y sancionado con una multa de 1.800 euros y el inicio del expediente judicial. Además, los fundamentos jurídicos de la sentencia reconocen la existencia de siete denuncias interpuestas por la Guardia Civil contra la explotación, pero sólo tres desembocaron en resolución sancionadora por parte de la CHD y de esas tres “solamente una lo fue por el uso de basas sin impermeabilizar”.
Contaminación hídrica
La sentencia recoge como hechos probados que el condenado saturaba de purines las tierras aledañas, lo que provocaba la contaminación del agua con concentraciones de nitratos superiores a las permitidas.
El texto judicial también destaca que la gravedad de los hechos “no se deriva tanto de un hecho puntual de encharcamiento como de la continuidad, con que se han llevado a cabo esos vertidos en relación con las balsas sin impermeabilizar”.
En la vista oral previa a la emisión de la sentencia, la defensa del ganadero solicitó la libre absolución, mientras el fiscal pidió una pena de cinco años de prisión y multa de 18.000 euros.
Inhabilitación
El fallo de la Audiencia fija finalmente que además del año y medio de prisión, el ganadero debe pagar una multa 7.300 euros y quedar inhabilitado durante ese tiempo para ejercer su profesión o hacer de gestor de empresas dedicadas a la ganadería. Igualmente le impone hacerse cargo de las costas del juicio.
La sentencia desestimó algunas de las alegaciones de la defensa aunque considera adecuada la petición de multa solicitada por el ministerio fiscal.
La sentencia actual, ante la cabe recurso, se suma a otra parecida dictada el año pasado por el Juzgado de lo Penal de Segovia. En ella se condenaba a un año de prisión a otros tres ganaderos de la misma zona por hechos similares, y que fue recurrida por los acusados.
FUENTE:
EL ADELANTADO DE SEGOVIA
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