La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ha realizado durante los últimos años estudios genéticos de las poblaciones de trucha común existentes en los ecosistemas fluviales de la comunidad.
Fruto de estos análisis ha sido la determinación de las diferentes zonas geográficas de la región en las que se da una homologación genética adecuada entre las poblaciones del citado salmónido. De este modo, se busca evitar el fenómeno de la introgresión o contaminación genética a partir de la introducción, en una corriente o masa de agua, de especímenes correspondientes a líneas muy diferentes genéticamente de las que originariamente la pueblan, como ya ocurrió hace años.
La consejería retomó estos trabajos el pasado año y por lo que se refiere a la provincia de Segovia, las repoblaciones piscícolas con trucha común genéticamente pura. Fruto de esta acción fue la repoblación realizada en 2002 en numerosos tramos de las aguas trucheras de la provincia, con 12.000 alevines de trucha común.
Continuando con dichos trabajos de mejora de la potencialidad piscícola de Castilla y León, durante la semana pasada y aprovechando la mejora del caudal de los ríos por las lluvias otoñales, se ha procedido a realizar una nueva repoblación piscícola con más de 45.000 alevines de trucha común de origen Duero Sur, que, procedentes del desove de finales del año 2002, han sido criados en la piscifactoría de la consejería de Medio Ambiente de Galisancho, Salamanca.
Las zonas que se han repoblado se encuentran situadas en los tramos alto y medio del río Cega (Cotos de Torreval, La Velilla, La Serreta y Las Pegueras, y vedado del Puente Segoviano, aguas arriba de Cuéllar), el tramo medio-alto del río Pirón (Coto de Villovela), los tramos medio y alto del río Moros (Coto del Molino de la Leoncia, y varias zonas vedadas en dicho río), parte alta del río Eresma (escenario deportivo-social y varios vedados), río Cambrones en el coto del mismo nombre y diferentes tramos en los ríos Duratón y San Juan.
Resultado
El resultado de estas repoblaciones, si las condiciones de evolución de los caudales de los ríos son adecuadas y los pescadores respetan estos ejemplares aún de pequeño tamaño para su captura, se comprobará dentro de dos y tres temporadas, momento en el que deberían alcanzar un tamaño suficiente para proporcionar adecuada satisfacción a los pescadores.
FUENTE:
EL NORTE DE CASTILLA
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