A escasas semanas del cierre de la temporada, las previsiones apuntan
que se recogerán en la región entre 9.000 y 10.000 toneladas.
En febrero de 2006, el ingeniero de montes Félix Pinillos pronunció una conferencia en Coca titulada “¿La última oportunidad para la resinación en Europa?”. En aquel momento, la recuperación del sector resinero parecía una utopía. “Estaba prácticamente hundido”, recuerda ahora Pinillos, del ‘Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León’ (CESEFOR). A pesar de la situación, un pequeño grupo decidió apostar por la resina. El viento fue favorable para quienes se arriesgaron. Dos hechos favorecieron el despegue del sector: la crisis económica —al aumentar de forma exponencial el número de personas dispuestas a ir al pinar a trabajar— y el incremento del precio de la resina en el mercado internacional.
Superado el año más crítico, 2008, en el que la superficie en resinación en Segovia fue la más baja desde que se tienen estadísticas, la tendencia cambió. Al principio, de forma suave. Luego, más brusca. Y ello ha supuesto un incremento notable de la producción.
En 2012 se recogieron en toda Castilla y León cerca de 7.000 toneladas de resina, el máximo en el último cuarto de siglo. Las previsiones apuntan que la campaña de 2013, próxima a su finalización, se superarán las 9.000 —en su inmensa mayoría en Segovia—, lo que supone la mayor producción regional en 30 años. Cifras que, aunque hoy parecen altas, son todavía muy lejanas a las de 1957, cuando España marcó su récord (55.267 toneladas).
De forma paralela al aumento de la producción ha incrementado el de resineros. Del centenar que había hace siete años se pasó en 2012 a unos 600. En 2013, la cifra en la región ronda los mil.
Pinillos, que ayer participó en una jornada sobre la resina celebrada en la Delegación de la Junta en Segovia, sostuvo que las expectativas del sector son “buenas”, si bien reconoció que alcanzar los niveles de producción de hace medio siglo, cuando en Segovia funcionaban 27 fábricas de resina, es una meta todavía remota.
A la hora de realizar un breve balance del trabajo llevado a cabo en los últimos siete años por el proyecto ‘Sust Forest’, cuyo fin principal ha sido la revitalización del sector resinero, Pinillos aseguró que se han conseguido “importantes avances” en lo referente a “renovar el interés por la resina”, aunque “no tantos” en la extracción, una de las prioridades de los resineros.
“El sector resinero es ahora mucho más conocido —indicó— y además cuenta con la ‘Mesa de la Resina’, en la que tienen representantes todos los actores”.
Por lo que respecta a la mecanización de la actividad, y a pesar de algunos avances puntuales, como el denominado ‘exprimidor’ que se ha popularizado últimamente en las remasas, Pinillos lamentó que no se hayan logrado mejores resultados. Eso sí, reveló que las investigaciones llevadas a cabo para conseguir una máquina que realice el desroñe y la pica del pino “avanzan, aunque con problemas”. Entre esas dificultades están el elevado peso de la máquina, la necesidad de estimular el árbol a la vez que se hace la pica, y los problemas de la resina para resbalar por la cara del pino, al no haberse previamente desroñado.
Entre los retos del sector resinero figuran el de mejorar las condiciones laborales y fiscales de los trabajadores autónomos, buscar fórmulas de apoyo al sector a través de los planes de desarrollo rural, intentar que la extracción de la resina y su posterior transformación reciban ayudas para la investigación y hacer un seguimiento anual del sector.
Pinillos recalcó que, a medio plazo, correrán buenos tiempos para la resina española —cuya capital es Segovia— advirtiendo que la competencia china “ha desaparecido”, pues ese país ha decidido utilizar su producción a la industria nacional. “Si creemos y seguimos apostando por el sector, su futuro es prometedor”, concluyó.
Un sector en auge
Aunque el interés por la resina ha resurgido en los últimos años en la provincia, todavía queda un asunto vital por resolver, la mecanización de su extracción
“El sector resinero va adquiriendo una importancia cada vez mayor”, afirmó ayer el delegado territorial, Javier López-Escobar, en la presentación de la jornada sobre la resina, agregando a continuación la ordenación forestal llevada a cabo hace un siglo en la provincia y el hecho de que los resineros hayan mantenido “la llama encendida” del oficio, incluso en los tiempos en los que parecía que iba a desaparecer, han permitido que hoy “la riqueza natural se pueda convertir en una riqueza para todos”.
En la jornada, a la que asistieron numerosos alcaldes de municipios donde se resina, así como agentes medioambientales, resineros y representantes de industrias del sector; el alcalde de Coca, Juan Carlos Álvarez, reiteró que Segovia cuenta con la mayor superficie forestal en resinación de toda España. En su intervención, el regidor caucense quiso advertir que el descenso del paro registrado este verano en la provincia se debe, en buena medida, al sector resinero. “Aquí se está creando mucho empleo —avisó—y también hay que reconocer que el peso del sector resinero en la economía provincial es muy importante”.
Puesto a defender la conveniencia de seguir apostando por la resina, Álvarez sacó a relucir la tradición del oficio en Segovia, “la provincia con el mayor número de resineros en el pasado”, dando a continuación un salto en el tiempo para indicar que, hoy en día, la mayoría de las principales industrias resineras españolas se sitúan en Segovia. “De las cinco más importantes, cuatro están en la provincia, y de ellas dos tienen intención de ampliar sus instalaciones”, dijo.
Álvarez expuso que, según lo visto en esta campaña, “faltan industrias para absorber la producción”, sacando a continuación a relucir uno de los problemas que han denunciado los resineros, la escasez de bidones donde almacenar la resina antes de su envío a fábrica.
El alcalde de Coca, fiel a su costumbre, enumeró los más variados productos que utilizan resina natural, defendiendo que Castilla y León, “la primera productora potencial europea de resinas naturales”, debe trabajar para evitar que los materiales sintéticos, procedentes del petróleo, “nos sigan comiendo el terreno”. En ese sentido, pidió redoblar los contactos con Bruselas hasta lograr que la Unión Europea comprenda que debe adoptar medidas favorables a la resina, en su convencimiento de que ese apoyo traerá consigo una mayor protección de los montes, superficies que hoy en día resultan “fundamentales” para mitigar el cambio climático.
FUENTE:
EL ADELANTADO.COM
En febrero de 2006, el ingeniero de montes Félix Pinillos pronunció una conferencia en Coca titulada “¿La última oportunidad para la resinación en Europa?”. En aquel momento, la recuperación del sector resinero parecía una utopía. “Estaba prácticamente hundido”, recuerda ahora Pinillos, del ‘Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León’ (CESEFOR). A pesar de la situación, un pequeño grupo decidió apostar por la resina. El viento fue favorable para quienes se arriesgaron. Dos hechos favorecieron el despegue del sector: la crisis económica —al aumentar de forma exponencial el número de personas dispuestas a ir al pinar a trabajar— y el incremento del precio de la resina en el mercado internacional.
Superado el año más crítico, 2008, en el que la superficie en resinación en Segovia fue la más baja desde que se tienen estadísticas, la tendencia cambió. Al principio, de forma suave. Luego, más brusca. Y ello ha supuesto un incremento notable de la producción.
En 2012 se recogieron en toda Castilla y León cerca de 7.000 toneladas de resina, el máximo en el último cuarto de siglo. Las previsiones apuntan que la campaña de 2013, próxima a su finalización, se superarán las 9.000 —en su inmensa mayoría en Segovia—, lo que supone la mayor producción regional en 30 años. Cifras que, aunque hoy parecen altas, son todavía muy lejanas a las de 1957, cuando España marcó su récord (55.267 toneladas).
De forma paralela al aumento de la producción ha incrementado el de resineros. Del centenar que había hace siete años se pasó en 2012 a unos 600. En 2013, la cifra en la región ronda los mil.
Pinillos, que ayer participó en una jornada sobre la resina celebrada en la Delegación de la Junta en Segovia, sostuvo que las expectativas del sector son “buenas”, si bien reconoció que alcanzar los niveles de producción de hace medio siglo, cuando en Segovia funcionaban 27 fábricas de resina, es una meta todavía remota.
A la hora de realizar un breve balance del trabajo llevado a cabo en los últimos siete años por el proyecto ‘Sust Forest’, cuyo fin principal ha sido la revitalización del sector resinero, Pinillos aseguró que se han conseguido “importantes avances” en lo referente a “renovar el interés por la resina”, aunque “no tantos” en la extracción, una de las prioridades de los resineros.
“El sector resinero es ahora mucho más conocido —indicó— y además cuenta con la ‘Mesa de la Resina’, en la que tienen representantes todos los actores”.
Por lo que respecta a la mecanización de la actividad, y a pesar de algunos avances puntuales, como el denominado ‘exprimidor’ que se ha popularizado últimamente en las remasas, Pinillos lamentó que no se hayan logrado mejores resultados. Eso sí, reveló que las investigaciones llevadas a cabo para conseguir una máquina que realice el desroñe y la pica del pino “avanzan, aunque con problemas”. Entre esas dificultades están el elevado peso de la máquina, la necesidad de estimular el árbol a la vez que se hace la pica, y los problemas de la resina para resbalar por la cara del pino, al no haberse previamente desroñado.
Entre los retos del sector resinero figuran el de mejorar las condiciones laborales y fiscales de los trabajadores autónomos, buscar fórmulas de apoyo al sector a través de los planes de desarrollo rural, intentar que la extracción de la resina y su posterior transformación reciban ayudas para la investigación y hacer un seguimiento anual del sector.
Pinillos recalcó que, a medio plazo, correrán buenos tiempos para la resina española —cuya capital es Segovia— advirtiendo que la competencia china “ha desaparecido”, pues ese país ha decidido utilizar su producción a la industria nacional. “Si creemos y seguimos apostando por el sector, su futuro es prometedor”, concluyó.
Un sector en auge
Aunque el interés por la resina ha resurgido en los últimos años en la provincia, todavía queda un asunto vital por resolver, la mecanización de su extracción
“El sector resinero va adquiriendo una importancia cada vez mayor”, afirmó ayer el delegado territorial, Javier López-Escobar, en la presentación de la jornada sobre la resina, agregando a continuación la ordenación forestal llevada a cabo hace un siglo en la provincia y el hecho de que los resineros hayan mantenido “la llama encendida” del oficio, incluso en los tiempos en los que parecía que iba a desaparecer, han permitido que hoy “la riqueza natural se pueda convertir en una riqueza para todos”.
En la jornada, a la que asistieron numerosos alcaldes de municipios donde se resina, así como agentes medioambientales, resineros y representantes de industrias del sector; el alcalde de Coca, Juan Carlos Álvarez, reiteró que Segovia cuenta con la mayor superficie forestal en resinación de toda España. En su intervención, el regidor caucense quiso advertir que el descenso del paro registrado este verano en la provincia se debe, en buena medida, al sector resinero. “Aquí se está creando mucho empleo —avisó—y también hay que reconocer que el peso del sector resinero en la economía provincial es muy importante”.
Puesto a defender la conveniencia de seguir apostando por la resina, Álvarez sacó a relucir la tradición del oficio en Segovia, “la provincia con el mayor número de resineros en el pasado”, dando a continuación un salto en el tiempo para indicar que, hoy en día, la mayoría de las principales industrias resineras españolas se sitúan en Segovia. “De las cinco más importantes, cuatro están en la provincia, y de ellas dos tienen intención de ampliar sus instalaciones”, dijo.
Álvarez expuso que, según lo visto en esta campaña, “faltan industrias para absorber la producción”, sacando a continuación a relucir uno de los problemas que han denunciado los resineros, la escasez de bidones donde almacenar la resina antes de su envío a fábrica.
El alcalde de Coca, fiel a su costumbre, enumeró los más variados productos que utilizan resina natural, defendiendo que Castilla y León, “la primera productora potencial europea de resinas naturales”, debe trabajar para evitar que los materiales sintéticos, procedentes del petróleo, “nos sigan comiendo el terreno”. En ese sentido, pidió redoblar los contactos con Bruselas hasta lograr que la Unión Europea comprenda que debe adoptar medidas favorables a la resina, en su convencimiento de que ese apoyo traerá consigo una mayor protección de los montes, superficies que hoy en día resultan “fundamentales” para mitigar el cambio climático.
FUENTE:
EL ADELANTADO.COM
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