Fernando Criado presentó el pasado día 22 de noviembre en la librería Artemis de León su novela "Merinas" y el próximo día 13 de diciembre lo hará en la Casa Revilla de Valladolid en un acto que cuenta con el apoyo y la colaboración del Ayuntamiento de Valladolid y de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Merino en el que se realizará una mesa de debate sobre "Economía y Sociedad, basada en las merinas. en la Edad Media en Castilla", coordinada y moderada por "GIE Agua, Espacio y Sociedad en la Edad Media" de la Universidad de Valladolid.
"La épica de la trashumancia es mayor que la del Oeste americano"
Una acción trepidante; viajes, aventuras, amor, pasiones íntimas y desatadas... y todo ello no en mitad del mar Caribe, de las grandes llanuras norteamericanas o de la estepa rusa: el escenario es la España del siglo XV y el universo que lo rodea, la antiquísima cultura trashumante ibérica. Se trata de Merinas (Chiado Editorial), la novela que Fernando Criado presenta hoy a las 20.15 horas en la librería Artemis en medio de una escenografía muy pastoril, con música tradicional, productos leoneses y la presencia de uno de los mejores conocedores de la trashumancia a nivel nacional e internacional, el veterinario y escritor Manuel Rodríguez Pascual.
La acción transcurre en los reinos de Castilla y de León a comienzos del siglo XV y su protagonista es el caballero Pedro de Zafra, combatiente en las últimas luchas de la Reconquista y quien, huyendo de una serie de injusticias, se enrola en una banda de golfines —«los primeros cuatreros españoles»— que se introducen en una nueva hacienda de ovejas merinas ubicada al pie de la sierra de Guadarrama.
La historia de Merinas nace directamente de la pasión que profesa su autor, ingeniero y empresario, por la época de Enrique III. «Me pasé treinta años estudiando su figura, y sobre él incluso escribí un cuento que me premiaron en Letonia, pero después de todo ese tiempo acabé reuniendo nada menos que 6.000 páginas, un tratado especializado del que, una vez extractado y con ayuda de la imaginación, salió Merinas». Escrito a modo de «relato largo» y con el principal objetivo de ser «un cuento escrito por un abuelo a sus nietos», la novela conduce al lector por los extensos y poderosos paisajes de ambas vertientes de la sierra de Guadarrama, sobre todo lugares especialmente queridos por el autor, como la Pedriza, las Hoces del Duratón, poblaciones como Sebúlcor, Sepúlveda y Segovia... y por las tierras y propiedades de la familia Mendoza, tan poderosa en los tiempos del ‘rey doliente’, Enrique III.
Fernando Criado, con vínculos leoneses en Fresno de la Vega, donde ha reconstruido una casa histórica, se detiene en el libro a describir las costumbres de la época, desde los ya citados golfines a los primeros ‘empresarios’ del sector como aquel noble asturiano que decide fundar una gran hacienda merinera, todo ello bien sustentado en la documentación histórica.
León y lo leonés, región de tanta raigambre pastoril y trashumante, también está muy presente en la novela, «los protagonistas, Pedro de Zafra e Isabel de Mieres, son de origen leonés y por estas tierras pasan varias veces en el transcurso de sus viajes», indicó Criado, quien ha sido director de varias empresas y fundador de otras, incansable viajero por todo el mundo e impenitente lector y estudioso. Como otros conocedores del universo trashumante, mantiene Fernando Criado —que ahora ultima la segunda parte de Merinas—, que la épica de la trashumancia española es tan grande o mayor que la del Oeste americano. Y de hecho, en otras ciudades donde ha presentado la obra se ha puesto de manifiesto que el género podría encuadrarse en un cierto «antecedente del western». Una de las razones de que no se potencie este legado, reflexiona Criado, es que los españoles «somos de la gente que peor se vende en el mundo». «El 90% no ha estado en paisajes tan espectaculares como las Hoces del Duratón, Segovia, o el Hundido de Armallones, en Guadalajara; o, por ejemplo, apenas se conoce una figura, para mí, más importante que Marco Polo, cuya obra Embajada a Tamorlán es aún más interesante que el Libro de las maravillas: Ruy González de Clavijo, embajador de Enrique III en la corte del gran Tamerlán en Samarcanda».
Además de Criado y Rodríguez Pascual, en el acto de hoy tocarán los grupos de música tradicional leonesa Son del Cordel y Cantar de Crines; también contará con la poesía de Eloísa Otero y con la presencia de miembros de la Asociación de Pastores Trashumantes de España —perro carea incluido—; los productos de León correrán a cargo de las empresas La Huerta de Fresno y La Alcancía.
FUENTE:
DIARIO DE LEÓN.ES
"La épica de la trashumancia es mayor que la del Oeste americano"
Una acción trepidante; viajes, aventuras, amor, pasiones íntimas y desatadas... y todo ello no en mitad del mar Caribe, de las grandes llanuras norteamericanas o de la estepa rusa: el escenario es la España del siglo XV y el universo que lo rodea, la antiquísima cultura trashumante ibérica. Se trata de Merinas (Chiado Editorial), la novela que Fernando Criado presenta hoy a las 20.15 horas en la librería Artemis en medio de una escenografía muy pastoril, con música tradicional, productos leoneses y la presencia de uno de los mejores conocedores de la trashumancia a nivel nacional e internacional, el veterinario y escritor Manuel Rodríguez Pascual.
La acción transcurre en los reinos de Castilla y de León a comienzos del siglo XV y su protagonista es el caballero Pedro de Zafra, combatiente en las últimas luchas de la Reconquista y quien, huyendo de una serie de injusticias, se enrola en una banda de golfines —«los primeros cuatreros españoles»— que se introducen en una nueva hacienda de ovejas merinas ubicada al pie de la sierra de Guadarrama.
La historia de Merinas nace directamente de la pasión que profesa su autor, ingeniero y empresario, por la época de Enrique III. «Me pasé treinta años estudiando su figura, y sobre él incluso escribí un cuento que me premiaron en Letonia, pero después de todo ese tiempo acabé reuniendo nada menos que 6.000 páginas, un tratado especializado del que, una vez extractado y con ayuda de la imaginación, salió Merinas». Escrito a modo de «relato largo» y con el principal objetivo de ser «un cuento escrito por un abuelo a sus nietos», la novela conduce al lector por los extensos y poderosos paisajes de ambas vertientes de la sierra de Guadarrama, sobre todo lugares especialmente queridos por el autor, como la Pedriza, las Hoces del Duratón, poblaciones como Sebúlcor, Sepúlveda y Segovia... y por las tierras y propiedades de la familia Mendoza, tan poderosa en los tiempos del ‘rey doliente’, Enrique III.
Fernando Criado, con vínculos leoneses en Fresno de la Vega, donde ha reconstruido una casa histórica, se detiene en el libro a describir las costumbres de la época, desde los ya citados golfines a los primeros ‘empresarios’ del sector como aquel noble asturiano que decide fundar una gran hacienda merinera, todo ello bien sustentado en la documentación histórica.
León y lo leonés, región de tanta raigambre pastoril y trashumante, también está muy presente en la novela, «los protagonistas, Pedro de Zafra e Isabel de Mieres, son de origen leonés y por estas tierras pasan varias veces en el transcurso de sus viajes», indicó Criado, quien ha sido director de varias empresas y fundador de otras, incansable viajero por todo el mundo e impenitente lector y estudioso. Como otros conocedores del universo trashumante, mantiene Fernando Criado —que ahora ultima la segunda parte de Merinas—, que la épica de la trashumancia española es tan grande o mayor que la del Oeste americano. Y de hecho, en otras ciudades donde ha presentado la obra se ha puesto de manifiesto que el género podría encuadrarse en un cierto «antecedente del western». Una de las razones de que no se potencie este legado, reflexiona Criado, es que los españoles «somos de la gente que peor se vende en el mundo». «El 90% no ha estado en paisajes tan espectaculares como las Hoces del Duratón, Segovia, o el Hundido de Armallones, en Guadalajara; o, por ejemplo, apenas se conoce una figura, para mí, más importante que Marco Polo, cuya obra Embajada a Tamorlán es aún más interesante que el Libro de las maravillas: Ruy González de Clavijo, embajador de Enrique III en la corte del gran Tamerlán en Samarcanda».
Además de Criado y Rodríguez Pascual, en el acto de hoy tocarán los grupos de música tradicional leonesa Son del Cordel y Cantar de Crines; también contará con la poesía de Eloísa Otero y con la presencia de miembros de la Asociación de Pastores Trashumantes de España —perro carea incluido—; los productos de León correrán a cargo de las empresas La Huerta de Fresno y La Alcancía.
FUENTE:
DIARIO DE LEÓN.ES
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