En 1517 se produjo un importante pleito entre el Priorato de San Frutos y la villa de Sepúlveda a consecuencia de los derechos sobre la pesca en el río. En la sentencia se delimitaba el término “privativo” de San Frutos, y así nos encontramos con la descripción: “…subiendo una cuestezilla do dizen la lastra, e de allí al pozo que se llama de mealobos…”, es decir, hace 500 años estos dos lugares del término de Sebúlcor ya se conocían como La Lastra y el Pocillo de Mealobos.
Respecto al documento original de Alfonso VI, de 1076, hemos de decir que se encuentra desaparecido. Hasta aproximadamente el año 1500 permaneció en el Priorato y después se trasladó al Archivo de Silos hasta principios del s. XIX. En 1836, con la desamortización de Mendizabal, se expulsaron a los monjes de San Frutos y de Silos, pero en éste quedó custodiando su Archivo el último abad antes de la exclaustración, el Padre Echevarría, que hizo vida solitaria en el hasta 1857, cuando fue nombrado Obispo de Segovia. Marchó a Segovia con el Privilegio de San Frutos, como documento más importante del Priorato, para protegerlo, en teoría, de posibles pérdidas. Y eso fue precisamente lo que sucedió a su muerte, al perderse entre sus papeles.
Curiosamente, en Sebúlcor existe una copia manuscrita del s. XVIII, del que fue el documento más importante de, Priorato de San Frutos, el Privilegio de Alfonso VII de 1076.
Texto escrito por:
Carlos Santa Engracia
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