Cuando llegamos al lugar, que por razones de seguridad de esta familia no vamos a facilitar, la sensación fue muy gratificante al ver a este precioso animal en estado puro, a la vez que alentadora al comprobar que todavía quedan sitios en los que la actuación del hombre pasa casi inadvertida y estos ejemplares pueden sacar adelante sus nidadas tranquilamente.
En esta foto, la primera, del 17 de abril vemos a Jimena sola (así hemos llamado a esta hembra adulta).
En las fotos siguientes, del 7 de mayo, podemos ver, por fin, a la familia de Jimena, a excepción del padre.
Y en estas últimas, del 14 de mayo, podemos contemplar la evolución en el cambio de color del plumaje y la fisonomía del rostro.
Nos gustaría poder seguir enseñando la evolución de estas crías, pero lo primero es la seguridad de las mismas y no queremos que nuestra presencia pueda provocar alguna alternación en el desarrollo de las mismas, por lo que no os garantizamos que os podamos mostrar más imágenes de esta familia.
Nuestro enorme agradecimiento a Alberto Tejedor, que siempre nos enseña algo nuevo, a Santi y Ángela, por el fenomenal trabajo fotográfico realizado, gracias a todos ellos.
Acerca de:
El Búho Real (Bubo bubo), os contamos que se trata de un ave carnívora, de pico curvo y muy fuerte. Su cabeza es voluminosa y esta provista de dos penachos, los ojos son enormes y adelantados sobre el rostro. De hábitos nocturnos, presenta el cuerpo cubierto de plumaje suave y abundante, llegando a las patas hasta la altura de los dedos, lo cual le hace que el vuelo sea silencioso. Se alimenta de presas vivas (ratones y pequeños mamíferos) y se ha comprobado que son incapaces de capturarlos mientras sus presas permanecen inmóviles. Es el más grande de los búhos, alcanzando una longitud de 60 centímetros.
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