SEBÚLCOR QUIERE POTENCIAR OTROS ATRACTIVOS PARALELOS AL PARQUE NATURAL

Cuentan que tenían un don especial, unas propiedades capaces de curar enfermedades, unos precisos conocimientos de las plantas y una manera de tocar las campanas con la que ahuyentar las tormentas. Y así, entre leyenda y realidad, los sebulcoranos son conocidos como brujos, por esas cualidades cuyos secretos se van trasmitiendo de generación en generación a lo largo de los años entre un cierto halo de secretismo.
Muchas personas han pasado por las manos de los curanderos de Sebúlcor, un pueblo que ahora se gana su fama gracias a los recursos e instalaciones turísticas que posee.
Enclavado en el Parque Natural de las Hoces del Duratón, el municipio trata de explotar aún más ese potencial que cada fin de semana atrae a decenas de turistas para alojarse en sus establecimientos, disfrutar de los bellos paisajes y cortados, del convento de la Hoz de se asoma al precipicio en el cañón del Duratón y practicar deportes como el piragüismo en el protegido enclave natural.
Conscientes de las posibilidades, el Ayuntamiento trabaja en adecuar y potenciar otros espacios del municipio más desconocidos. Encauzar el arroyo y habilitar un museo del agua con útiles del pasado relacionados con la extinción de incendios fotografías en los lavaderos, a los que todavía hay quien acuden para lavar colchas y alfombras, figura entre los primeros pasos apuntados por la alcaldesa, Carmen Ortiz Rodrigo, para relanzar el municipio.
Una ruta bioetnográfica por los rincones de Sebúlcor, como el lugar a la entrada del parque donde había muchas fuentes y antiguamente se hacía el carbón; la visita a la iglesia o la recreación de oficios con aperos de ataño figuran entre las iniciativas de este pueblo, que gracias a la iniciativa de sus vecinos mantiene la población e incluso prevé duplicar el número de viviendas, aunque no de habitantes, en unos años.

FUENTE:
EL ADELANTADO DE SEGOVIA

Uge, La Web de Sebúlcor